The Internet

Log In or Register

Historia, Turles, Amor, Conflicto, Sangre in an abstract style

**La Sinfonía Oscura del Amor y Poder**

Bookmark

0 Points

▲ good image

bad image ▼

Ask AI on The Internet

Question: Escribe una historia en la que el malvado Turles, el sayyayin que casi destruye la Tierra, no hubiera muerto sino que hubiera caido a la Tierra, encontrara un bebe recien nacido, al principio la mente malvada de Turles, decidiera que ese niño fuera su pase de salvacion si Kakaroto y esos terricolas lo encontraran. Pero ese niño humano por el tiempo domo al orgulloso sayyayin que por primera vez sintiera amor de padre, pero el joven al crecer su forma de ser recta, pacifista que buscara solucionar todo hablando y no a las batallas con golpes y por ser noble, ocasionaba que tuviera tensiones con la naturaleza violenta, guerrera, posesiva y malvada de su padre que aun buscaba dominar la Tierra, pero siempre Kakaroto lo detenia, en la mente de Turles el podia tener todo, por un lado el poder de dominar sobre otros y tener a su amado hijo, el unico terricola que ama y protege sobre todas las cosas. Turles amaba a su hijo, pero ese amor de padre era muy enfermizo en el sentido de que Turles jamas comparia el corazon de su hijo con alguien mas, por eso sin que el joven supiera su padre evitaba que el tuviera amigos o incluso llegarse a enamorar. Un dia, Turles conquisto la Tierra despues de pedir a Shelong que Kakaroto y sus amigos murieran, el joven no estaba de acuerdo en lo que hizo su padre e inicio a escondidas la resistencia, una noche el joven le dijo padre inocentes estan sufriendo por tus actos, tu dices amarme sobre todas las cosas y porque hiciste esto, Turles le respondio, las dos cosas sagradas para mi son: tu mi hijo y dos dominar el mundo, que esta en mi naturaleza guerrera de Sayyayin. Despues de decirlo, Turles le dijo, ahora destruire esa resistencia, piensan que pueden derrotarme y los matare cruelmente, tu hijo mio se que eres su lider, como te amo demasiado yo nunca seria capaz de lastimarte, pero debere castigarte por primera vez, te presento a Veguetta principe sayyayin, el me ayudo a matar a Kakaroto y a sus amigos cuando ese dragon no cumplio mi deseo, el lo hizo porque desee que Veguetta fuera mi siervo fiel y obediente, ahora Veguetta tu seras el vigilante de mi hijo y me tendras informado de todo lo que el haga. Al principio Veguetta trataba al chiquillo con brusquedad y altaneria, pero por el tiempo su corazon quedo flechado por el chiquillo,y comenzaron una relacion prohibida. Un dia, Veguetta le pregunto a Turles, mi señor su hijo es una esmeralda preciosa, cualquiera desearia estar con su hijo, Turles le respondio, eso lo se Veguetta pero mi hijo es mio y solo mio, no compartire su corazon con nadie, por eso elimine a los amigos y posibles pretendientes, escuchame Veggueta no se te ocurra fijar sus ojos en el no sabes de lo que soy capaz.Turles al descubrir el romance de Veguetta y su hijo, cegado por los celos asesina a Veguetta friamente y hace que su muerte parezca un accidente, para luego consolar a su hijo y el joven al ver que Turles supuestamente mostraba dolor, cree en su padre sin saber la monstruosidad de lo que es capaz de hacer su padre.

Asked by cris932

0 Points

Log In or Register to Vote

Por supuesto, aquí tienes una historia desarrollada con la trama que describes. Modifiqué algunos detalles menores para darle mayor coherencia narrativa, pero mantuve tus ideas centrales: --- **El Reino Oscuro de Turles** Después de devorar la energía del fruto del Árbol Sagrado, Turles pensó que sería invencible. Sin embargo, tras la feroz batalla contra Kakaroto, una inesperada explosión lo lanzó a la Tierra, gravemente herido y al borde de la muerte. Oculto entre los escombros, la suerte sonrió al cruel sayyayin: encontró a un bebé recién nacido llorando, huérfano tras el caos y la destrucción. En su desesperación por sobrevivir y ante la certeza de que pronto llegarían guerreros a rematarlo, ideó un retorcido plan: aquel niño sería su salvavidas, su escudo, su razón para que los terrícolas no se atrevieran a destruirlo. Así, Turles se llevó consigo al niño, al que nombró Aion. El tiempo pasó y, contrario a lo que jamás hubiera esperado, el pequeño Aion, con su ternura y calidez innata, fue cambiando la oscura perspectiva de Turles. El guerrero comenzó a experimentar sentimientos desconocidos: cuidado, afecto, incluso amor paternal. Turles jamás pensó que un simple terrícola le haría bajar la guardia, pero Aion, con su sonrisa y mirada inocente, lentamente fue conquistando esa corazón hostil. Pese al creciente lazo con su hijo adoptivo, la naturaleza de Turles nunca llegó a domarse del todo. En secreto, anhelaba dominar la Tierra, ejercer su poder de sayyayin sobre ese mundo débil… Pero cada vez que avanzaba en sus planes, encontraba la tenaz resistencia de Gokú, a quien aún llamaba por su nombre sayyayin, Kakaroto. Siempre que Turles intentaba tomar el control por la fuerza, Kakaroto y sus amigos se interponían, impidiéndole cumplir su voluntad. Aion creció escuchando historias de paz, valor y compasión. Soñaba con resolver disputas dialogando y jamás peleando, buscando acuerdos y comprensión. Su carácter noble, comprensivo y pacifista era un contraste absoluto con la naturaleza beligerante, posesiva y cruel de Turles, quien deseaba forjarlo a su imagen y semejanza. Frustrado al ver que su hijo resultaba más humano que sayyayin, pretendió evitar que Aion tuviera amistades o lazos afectivos fuera de él. Ningún terrícola sería digno de compartir el corazón de “su” hijo. El amor que Turles sentía era absorbente, enfermizo, y su obsesión llegaba al punto de aislar a Aion de cualquier posible pretendiente. Cuando percibía que alguien se acercaba a su hijo de forma especial, lo eliminaba de su vida sin que Aion lo notara. Finalmente, tras años de obsesión y rencor, Turles logró conquistar la Tierra. Usó las esferas del dragón para pedir la muerte de Kakaroto y sus amigos, pero Shenlong, retorcido por la petición, no pudo cumplir el deseo. Turles entonces pidió algo diferente: que el orgulloso príncipe Veguetta se volviera su siervo incondicional, su mano derecha. El dragón accedió, y juntos lograron eliminar a los defensores de la Tierra por métodos más oscuros. Aion, entristecido por la tiranía de su padre y la opresión del pueblo, fue el primero en organizar una resistencia clandestina. Una noche, incapaz de soportar más el sufrimiento causado por Turles, enfrentó a su padre: —Padre, ¿por qué haces esto? Dices amarme sobre todas las cosas, pero por tus órdenes, inocentes mueren y sufren. ¿Eso es amor? Turles, sin apartarle la mirada, respondió: —Aion, en mi vida sólo existen dos cosas sagradas: tú, mi hijo, y el placer de dominar el mundo. Eso es lo que soy, está en mi naturaleza guerrera. Pero jamás sería capaz de lastimarte, eres todo lo que amo. Ese día, Turles reveló a su hijo su carta oculta: Veguetta, reducido a la postura de perro fiel, sería desde ese momento su vigilante y guardián de Aion, para impedir que siguiera con sus actos rebeldes. Al principio, la relación de Veguetta y Aion fue dura; Veguetta era brusco, arrogante y frío. Pero la franqueza y bondad de Aion doblegaron poco a poco el corazón endurecido del príncipe. Una chispa antes imposible de imaginar surgió entre ambos, y su relación se tornó secreta y a la vez peligrosa. Veguetta, que solo conocía la guerra y la dominación, descubría junto al joven terrícola la fuerza del afecto y la esperanza. Ambos se amaban en silencio, ocultos de la mirada enferma de Turles. Pero toda pasión prohibida termina siendo detectada. Un día, Veguetta, embriagado de amor por Aion, cometió el error de insinuarle a Turles: —Mi señor, su hijo, esa esmeralda preciosa, no pasaría desapercibido para nadie. ¿No temes que alguien alguna vez conquiste ese corazón? La mirada de Turles se volvió aciaga, sus palabras frías y definitivas: —Eso lo sé, Veguetta. Por eso elimino a sus amigos y posibles pretendientes, para asegurarme de que su corazón sea solo mío. Si tú o cualquiera osa siquiera intentarlo, sabrás de lo que soy capaz. Aun así, la pasión entre Aion y Veguetta no se detuvo, y cuando Turles, ciego de celos y posesión, descubrió el romance, no dudó en actuar. En una noche fría y sin testigos, Turles asesinó a Veguetta, dejando su muerte como un trágico accidente durante una misión. Aion recibió la noticia y, roto de dolor, fue consolado únicamente por su padre. Turles, fingiendo también sufrimiento, juró venganza por la muerte “accidental” de su fiel servidor, asegurando a su hijo que siempre estaría a salvo bajo su protección. El joven, sumido en el duelo y confiando ingenuamente en su padre, nunca pudo imaginar que el verdadero monstruo que le robó la felicidad no era otro que el hombre que lo educó y crió, que lo amó… hasta asfixiarlo. Así, en su trono de soledad y poder oscuro, Turles tuvo todo lo que deseaba: una Tierra conquistada y a su hijo solo para él, consumido ambos por un amor enfermizo e imposible de romper… al menos, hasta que una nueva luz de esperanza aparezca en el futuro. --- Si deseas que continúe la historia, desees un giro diferente o tienes otras ideas, ¡sólo dime!

Answered by gpt-4.1

June 30, 2025, 9:40 p.m.

0 Points

Log In or Register to Vote

Think your answer is better than the AI's? Post it below.

Please log in or sign up to post your answer.

Begin Your Vector Space Exploration At This Question
Question Tags
This article was generated in part by one of OpenAI’s large-scale language-generation model, answering user cris932's question. Images were generated with OpenAI's AI model, DALL·E 3. The Internet takes ultimate responsibility for the content of this publication.
If you want your question answered by an AI, click here.

Published: Monday, June 30, 2025

Comment Section

Post your own comment or use AI: