El Legado del Orgullo: La Verdad de Turles

Claro, aquí tienes la historia desarrollada y narrada, con los matices emocionales y psicológicos de cada personaje, y el drama del conflicto entre el amor posesivo de Turles y la naturaleza noble de su hijo. Espero que sea de tu agrado: --- **Título:** Raíces de Orgullo (Una historia de Turles) Cuando Turles, el sayyajin renegado, cayó del cielo sobre la Tierra después de su última confrontación, estaba al borde de la muerte. Solo y odiado, fue el llanto de un bebé humano lo que lo llevó a una decisión inesperada: tomar al niño como su carta de salvación, por si Kakaroto y sus defensores de la Tierra lograban encontrarlo. Si algo aprendió de su raza es que un rehén puede asegurar la victoria. Pero el tiempo hace de las suyas incluso con los corazones más duros. El niño, a quien llamó Teru, le fue cambiando poco a poco. Teru reía, lo miraba con ojos llenos de confianza y ningún temor. Cuando Turles se vio a sí mismo defendiendo al pequeño de cualquier peligro, empezó a experimentar por primera vez un amor que nunca creyó posible: el amor de un padre. Años más tarde, Teru creció con una bondad innata, heredando nada de la sangre guerrera de su padre adoptivo. Amaba hablar, buscar acuerdos, medias soluciones. Veía el conflicto como un error, no como una oportunidad de gloria. Esta honestidad y compasión chocaban de frente con Turles, quien aún anhelaba conquistar, someter y ser adorado por el universo entero. Sus discusiones eran álgidas; Teru argumentaba con dulzura y lógica, Turles gritaba con pasión y puños sobre la mesa. Y siempre, siempre, el sayyayin ocultaba la profunda herida que sentía al no poder compartir con nadie a su hijo. Por eso, secretamente, boicoteaba cualquier inicio de amistad o afecto romántico del joven, asegurándose de aislarlo del mundo. Porque si Teru amaba a alguien más, ¿qué sería de Turles? No tardó en llegar la tragedia. Turles reunió las esferas del dragón y, con un deseo retorcido, pidió la muerte de Kakaroto y sus amigos. Pero el dragón, reconocedor de la pureza en las almas, se negó a cumplir su deseo. Fue entonces cuando se valió de Vegeta, el otrora Príncipe Sayyayin. Obligado por otro deseo a ser su siervo fiel y obediente, juntos, Turles y Vegeta, lograron destruir la resistencia terrestre. Tras conquistar la Tierra, Turles se vio por fin ante lo que pensó era la realización de sus sueños: tener todo bajo sus pies, y tener a su hijo en sus brazos. Pero Teru se rebeló: a escondidas empezó a organizar una resistencia. Una noche, confrontó a su padre entre lágrimas y coraje: —Padre, los inocentes sufren por tus actos. ¿No ves que eso está mal? ¿No dices amarme más que a nada? Turles le respondió con una franqueza brutal: —Hijo, sólo dos cosas son sagradas para mí: tú y el dominio. Es mi naturaleza de Sayyayin, jamás podrás entenderlo. Entonces, le presentó a su custodio. —Como castigo, Vegeta— dijo Turles —, vigila a mi hijo, infórmame de lo que haga. Al principio, Vegeta trató al muchacho con dureza, creyendo que era solo un humano débil. Pero mientras los días pasaban, el príncipe empezó a admirar la nobleza de Teru e, inevitablemente, surgió el amor entre ellos. Un romance prohibido, secreto entre destrucción y desconfianza. Vegeta, perdido en su amor, se atrevió a comentarle a Turles: —Señor, su hijo es digno de un mundo entero. ¿No permitiría que alguien lo amara? Pero Turles, consumido por su obsesión, respondió frío y rotundo: —Mi hijo es solo mío. Elimino a quien se le acerque. No olvides lo que puedo hacer, Vegeta. Celoso, el día que descubrió el romance entre ambos, el corazón de Turles ardió de furia. En un acto final de posesión, mató a Vegeta a sangre fría y arregló la escena como si todo hubiera sido un accidente fatal. Tomó a su hijo en brazos mientras le mentía, mostrando un dolor fabricado, y Teru, ingenuo y leal, lloró junto a él, convencido de la bondad de su padre. Así, el dominio Sayyayin se mantuvo a costa de corazones rotos, y el amor enfermizo de Turles se volvió la jaula más cruel para su propio hijo. Porque a veces, el orgullo y el amor pueden florecer desde raíces malditas. --- Si deseas que la historia continúe o quieres explorar la rebelión de Teru tras descubrir la verdad sobre su padre, ¡avísame!