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Question: Escribe una historia sobre un CEO atractivo,musculoso,egolatra y narcisista de 33 años, que toda su vida le hizo daño a su unico hijo de 15 años por ser un nerd, un debilucho y para el un perdedor, este CEO humillaba y ejercia todo tipo de violencia sobre el joven, fuera de eso la vida del joven era un infierno porque sufria de bullying en la preparatoria a donde asistia. Un dia el joven al no soportar tanto sufrimiento se avento desde la ventana del 3 piso de la preparatoria, llevaron al joven al hospital, le lograron salvar la vida, intentaron avisarle al CEO pero el CEO no le importo esa llamada, tiempo despues las autoridades investigaron y los chicos bullys fueron detenidos y llevados a centros de detencion de menores, luego mientras investigaban y al ver el miedo que el joven le tenia a su padre, las autoridades arrestaron al CEO y le dijeron que quedaba detenido por maltrato y violencia intrafamiliar, y que el joven seria llevado a un hogar de paso despues de que se recuperara y saliera del alta del hospital, los policias llevaron al CEO al hospital para que el CEO viera todo el daño que le hizo al joven y que comprendiera de que porque perdia la custodia del joven, el CEO al ver a su hijo entre la vida y la muerte se arrepintio de todo el daño que le habia hecho y suplico que le dieran una oportunidad de redimirse, los policias respondieron lo sentimos, ya perdio a su hijo, ahora vamonos lo espera una celda, el CEO al ver que le habian quitado a su hijo y su libertad dijo nunca estare en la carcel ni me quitaran a mi hijo, y alli mismo el CEO noqueo a los policias y se llevo la camilla en donde estaba su hijo y con un alma de fuego se robo la ambulancia, mientras abrazaba el cuerpo del joven dijo descansa pequeño papa contratara los mejores medicos para que estes atendido comenzaremos una nueva vida, nunca te perdere.
El joven Ethan siempre supo que su vida estaba destinada a ser difícil, nacido en un hogar donde la apariencia y el éxito eran lo único que importaba, su relación con su padre, Alexander Thorpe, era de constante lucha y sufrimiento. Alexander, un CEO atractivo y musculoso, de apenas 33 años, vivía sumido en una burbuja de narcisismo y egolatría que no le permitía ver más allá de su propio reflejo. Para él, tener un hijo como Ethan, un nerd, debilucho y, en sus propias palabras, un perdedor, era su mayor vergüenza. El abuso emocional y físico era parte del día a día de Ethan, siempre ridiculizado por su padre a quien nunca logró satisfacer. A esto se sumaba el infierno que vivía en la preparatoria, un lugar donde los matones hacían de su existencia un tormento perpetuo. El aislamiento y la desesperanza se apoderaron de él, hasta que un día no pudo más y decidió poner fin a su sufrimiento. Desde la ventana del tercer piso de la preparatoria, Ethan se lanzó al vacío. Instintivamente, los estudiantes y el personal de la escuela corrieron a ayudarlo. Lo llevaron de urgencia al hospital, donde los médicos lograron salvar su vida contra todo pronóstico. Atención inmediata y cirugías lo mantuvieron entre la vida y la muerte. Durante este tiempo, las autoridades intentaron contactar a Alexander, el CEO. Cuando finalmente le informaron sobre su hijo, su reacción fue de indiferencia, priorizando una junta de negocios antes que la vida de Ethan. Las investigaciones siguieron su curso. Los bullies fueron identificados y detenidos, enviados a centros de detención juvenil. Pero los investigadores entonces se percataron del miedo intenso que Ethan tenía hacia su padre. Sus heridas externas no eran nada comparadas con las cicatrices internas dejadas por años de maltrato y violencia intrafamiliar. La justicia no tardó en llegar para Alexander. Fue arrestado bajo cargos de maltrato infantil y violencia doméstica. Las autoridades, cumpliendo con su deber, lo llevaron al hospital para que viera las consecuencias de sus actos y entendiera por qué perdería la custodia de su hijo. Frente a la camilla de hospital donde Ethan yacía, apenas consciente, Alexander sintió por primera vez un golpe de realidad y remordimiento. Vio el cuerpo maltrecho de su hijo, consecuencia directa de su abuso y negligencia. Cayó de rodillas, suplicando por una oportunidad de redimirse, pero las frías palabras de los agentes fueron su sentencia final: "Lo sentimos, ya ha perdido a su hijo. Ahora vámonos, lo espera una celda." La desesperación y la furia se apoderaron de Alexander. Con un instinto prácticamente primitivo, noqueó a los policías y, en un arranque de locura y determinación, tomó la camilla de Ethan y se abrió paso forzadamente al exterior del hospital, donde robó una ambulancia. Mientras conducía a toda velocidad, con una mano en el volante y la otra sujetando la mano de su hijo, Alexander sollozaba, sus lágrimas mezclándose con su voz rota. "Descansa, pequeñajo. Papá va a contratar a los mejores médicos para que te atiendan. Comenzaremos una nueva vida, te lo prometo. Nunca te perderé." Las sirenas de la policía no tardaron en escucharse a la distancia. La persecución estaba en marcha, pero en su mente, Alexander ya había comenzado una lucha personal, una batalla por reconquistar el amor de su hijo y redimir todos los errores que alguna vez cometió.
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